El bambú es el mejor sustituto de la madera. Resistente, duradero, ecológico y sostenible. Esta materia prima se emplea para pavimentos, paneles y mobiliario, de ahí que la denominen el "acero vegetal". Sus propiedades y un crecimiento cuatro veces más rápido que el de los árboles lo convierten en “la madera del futuro”.
No obstante, las tendencias mandan y el bambú está de moda. Ordenadores con carcasas de bambú, alfombras, ropa, lámparas, mobiliario, menaje y todo tipo de objetos creados para proyectar una imagen “verde” y natural, invaden nuestras tiendas, pero ¿cuáles son las propiedades ecológicas de este material?
El bambú está considerado uno de los productos leñosos con más potencial de futuro gracias a su rápido crecimiento. Procede de una gramínea que crece en Asia y en América (principalmente en Centroamérica, Venezuela, Colombia y Ecuador). Permite obtener cosechas en un periodo de tiempo entre 5 y 6 años, mientras que otras especies maderables requieren hasta cuatro veces más. Además al ser una hierba no necesita re-plantación, ya que brota naturalmente cada año. El rápido crecimiento de la planta es su gran baza frente a la madera, pues el rendimiento de un bosque de bambú puede ser 20 veces mayor que el de un árbol; esto no significa que la madera no sea igualmente una opción ecológica, ya que las explotaciones de madera controladas conllevan un aumento de las masas forestales, manteniéndolas sanas y en desarrollo. La plantación del bambú se presenta como una alternativa sostenible y ecológica, especialmente, frente a la madera tropical. En cuanto a sus aplicaciones, se puede emplear tanto en artesanía como en suelos, muebles, puertas, ventanas o pasta de papel.
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